
RESUMEN
En el canto VII, Fierro cuenta que, tras su fuga del fortín, vuelve a una vida errante y solitaria. No tiene mujer, ni rancho, ni hijos, ni trabajo. Lo persiguen por ser “vago” y “resertor” (desertor). No tiene dónde dormir ni qué comer. Está completamente excluido del orden social.
Un día escucha que hay un baile por la zona, y se acerca, “medio desesperao”. Allí se encuentra con un ambiente festivo, pero también con un clima hostil. Se emborracha y se burla de una negra que llega montada en ancas con un moreno. La situación escala rápidamente: Fierro le lanza un aforismo ofensivo (“A los blancos hizo Dios…”), y se pelea con el hombre.
El enfrentamiento se vuelve violento. Se baten a cuchillo. Fierro es herido en la cara, pero finalmente lo mata con el facón. La negra llora desconsolada, pero Fierro se contiene y no la golpea. Limpia su arma, monta su caballo y se va solo, de nuevo, al campo.
ANÁLISIS CRÍTICO
Este canto marca el pasaje de Fierro de fugitivo a matrero criminal. Ya no se defiende solo de las autoridades, sino que mata en una riña, y empieza a encarnar la figura del gaucho fuera de la ley.
1. La ley del cuchillo
Fierro ya no espera justicia: actúa por su cuenta, con su facón como única ley. Si antes era víctima del sistema, ahora también es agresor. Este es un punto de inflexión: la violencia dejó de ser solo respuesta, y empieza a ser destino.
2. El gaucho y el racismo
La provocación a la negra y su moreno introduce una tensión racial. Fierro canta una copla ofensiva (“a los negros hizo el diablo”), y eso inicia la pelea. Este momento muestra que la voz del gaucho, aunque oprimida, también puede oprimir. Hernández expone el prejuicio popular sin ocultarlo.
3. Soledad como condena
Fierro está completamente solo. No busca compañía ni consuelo. Aunque se mezcla en el baile, su actitud es de desarraigo. Se emborracha, provoca, y cuando termina la escena, se va sin rumbo. Es un hombre sin hogar, sin ley, sin vínculos.
4. Código de honor y límites
Fierro se frena a tiempo de golpear a la mujer: “por respeto al dijunto / no la quise castigar”. Incluso en su degradación, conserva un código interno. No es un monstruo: es un hombre que elige no volverse completamente bestia.
5. El facón como destino
La frase final lo resume todo: “Limpió el facón en los pastos... y se fue al tranco”. Ese gesto lo consagra como matrero. El arma es ahora su identidad, su defensa, su firma. Ya no hay vuelta atrás.
CONSIGNAS DE ANÁLISIS, INTERPRETACIÓN Y CREATIVIDAD
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Del perseguido al violento
¿Qué cambió en Fierro? ¿Sigue siendo una víctima o también se volvió agresor? ¿Puede seguir siendo “bueno” después de matar? -
Racismo popular
Analizá la copla que lanza Fierro contra los negros. ¿Es Hernández racista o retrata un racismo que existía en el pueblo? ¿Qué efecto genera esa inclusión en el relato? -
Escribir desde la negra
Tomá la voz de la mujer negra. Escribí un monólogo desde su perspectiva: ¿cómo vio ella el episodio? ¿Qué siente por el moreno? ¿Qué piensa del gaucho? -
Código de fierro
A pesar de matar, Fierro dice que respeta. ¿Qué reglas internas sigue? ¿En qué se diferencia su ética de la de los policías o jefes anteriores? -
El baile como escenario simbólico
¿Por qué Fierro vuelve al baile? ¿Qué representa ese espacio dentro de la historia del gaucho? ¿Es una fiesta, una trampa, un espejo?
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Material complementario
- Lista de personajes